Los datos son contundentes. Cinco millones de personas en España padecen de diabetes, una enfermedad que cada año causa la muerte de 25.000 pacientes. Pero todavía hay más: un 43% de los españoles con diabetes está sin diagnosticar.
¿Por qué no se afronta directamente el problema? Porque los síntomas no siempre son claros, suelen ser dudosos. El nivel de azúcar en la sangre se va originando de una forma gradual.
Un exceso de orina
Un incremento en el número de veces que vas al baño a orinar puede ser una señal de que el azúcar en la sangre está fuera de control. Si tienes demasiada glucosa en tu torrente sanguíneo, tus riñones tienen que trabajar más para para eliminarla mediante la orina. La consecuencia es que terminas orinando más de lo usual. No hay un horario fijo, puede ser en medio de la noche.
Mucha sed a causa del nivel de azúcar
Ir al servicio con mucha frecuencia equivale a deshacerse de más agua de la usual, lo que conlleva el riesgo de sufrir de deshidratación. Esto nos hará sentir sedientos y con la boca seca, incluso si estás tomando la misma cantidad de agua de siempre.
Agotamiento
Otro de los efectos de la diabetes es el cansancio asociado. Te sentirás agotado, incluso si duermes y despiertas a la misma hora de siempre. Despertar varias veces por la noche también interrumpe tu descanso.
Una visión nublada
¿Qué es la mácula ocular? Una pequeña lente en el centro de tu ojo responsable de afinar la visión central. Cuando tus niveles de glucosa están demasiado altos, el fluido puede filtrarse en la lente y hacer que se hinche.
Todo esto deriva en que tu visión puede volverse borrosa.
Sangre en encías
Las bacterias pueden hacer que tus encías sangren fácilmente al cepillarte los dientes o usar hilo dental.
Extrañas manchas en la piel
Un exceso en el azúcar en la sangre puede acabar dañando los vasos sanguíneos. Y ello originará manchas en la piel, sobre todo en las piernas.
Fuentes imágenes: Blog GranOptic / Segundo Enfoque