Leer es uno de los placeres individuales más ricos de la vida. Permite viajar y conocer, encontrar respuestas y formular nuevas preguntas. En algunos casos, hallar el sentido de la vida, aunque en el siguiente libro se pueda volver a perder.
Los libros actuales nos aportan aventuras, misterio, reflexión, y mucho más. Leer es un arte.
Algunos libros actuales que el hombre de hoy debería leer
El Club de la pelea, de Chuck Palahniuk (1996)
Célebre en parte gracias a la película de David Fincher, protagonizada por Brad Pitt y Edward Norton.
En la obra se cuestiona el papel del hombre postmoderno y su aparente autosuficiencia. Lectura nada complaciente, acusada por los sectores más conservadores como “reaccionaria”.
Treinteenagers de Carlos García Miranda (2016)
¿El hombre actual tiene crisis con la edad? Probablemente, desde hace mucho tiempo, ese haya sido un debate interno para muchos. Otro de los libros actuales imprescindibles.
Para los que no quieran dejar de divertirse o asimilarse al estatus quo, sin que esto implique un estado de inmadurez perpetuo.
El hombre multiorgásmico, de Mantak Chia (2000)
Que la mayoría de los hombres piensen todo el tiempo en el sexo ya no sorprende a nadie. Que vivan en una competencia para superar a otros o a sí mismos en cuanto al rendimiento en la cama, quizá sea otro punto que pocos se aventuren a admitir. Pero es algo que siempre está por ahí, rondando.
El jugador, de Fiódor Dostoyevski (1867)
Hay muchos clásicos de la literatura que son de lectura obligada. Éste es uno. Retrato de la decadencia en la que puede caer un hombre, por no ser capaz de controlar sus impulsos de autodestrucción.
Historia de España, de Pierre Vilar (1947)
Visión que el historiador francés ofrece de la nación española, desde sus orígenes hasta la aparición del régimen de Franco. Una lectura fluida, con rigor histórico y mucha objetividad, término muy cuestionado por estos días.
El juego más peligroso, de Richard Connell (1924)
Un relato corto y contundente. Una cacería humana, entre cazadores experimentados, sirve de excusa para cuestionar el papel del hombre como animal superior, así como conceptos como inteligencia y escrúpulos.