A menudo, las mejores cosas de la moda son aquellas que no se planean. Así surgió el efecto acid wash en la década de los 60. El agua salada y el sol quemaba los jeans de los surferos californianos, dándoles una apariencia de deterioro realmente cool que los convirtió en tendencia, llamando posteriormente la atención de los fabricantes, que comenzaron a imitarlos mediante procesos industriales como el famoso lavado a la piedra.
Actualmente, el efecto acid wash es menos perjudicial para las fibras del pantalón, ya que a finales de los 80 se logró sustituir la lejía por el permanganato de potasio en el proceso, por lo que el acid-washed denim moderno es igual de cool que el de los surferos de los 60, pero mucho más resistente.
Springfield ofrece este vaquero acid wash de tipo superskinny por 19.99 euros. Nos encanta el detalle del dobladillo en color azul marino (muy vistoso) y por supuesto su conseguido efecto desgastado, en el que destaca la intensidad de su tono de azul.
Y en Pull and Bear, hemos encontrado este otro, más similar a lo que debieron ser los primeros acid-washed denim, ya que es unos cuantos tonos más claro que el anterior, eso sí también es de tipo superskinny. Y es que este estilo de pantalón tiene algo que lo convierte en la pareja perfecta del acid wash.