Si ya hemos visto versiones para los más ricachones de champagnes, whiskeys e incluso aguas minerales, este es el turno de los licores. El primer lugar del podium lo ha alcanzado en esta ocasión un marca de Limoncello, pero el culpable de verdad del galardón es Stuart Hughes. ¿Te imaginas por qué?
Ya lo habrás adivinado al oír el nombre del diseñador de lujo: este licor se vuelve valioso a costa de la botella y los materiales que se le han incrustado. Se trata de un encargo especial de un cliente italiano( que prefiere quedar en el anonimato).
Lo que hace especial a la edición del licor es, nada más y nada menos, tres brillantes diamantes blancos de una sola pieza, tallados con gusto y colocados en el aro del cuello de la botella junto al tapón. Las piedras suman 13 quilates. Además hay un diamante más, de mayor tamaño que se instala en el cuerpo de la ‘garrafa’ y que por si sólo tiene 18,5 quilates.
Según Hughes esta última pieza es una de las piedras más raras y extraordinarias que han caído en sus manos y, por ello,(y por su precio) sólo ha creado otra botella para la venta. La unidad vale 27 millones de libras, algo más de 30 millones y medio de euros.
No obstante, no nos vamos a olvidar del contenido. Este jugo exquisito viene de italia, es un D´Amalfi Supreme de la casa de bebidas Antica destilería Russo fundada en 1936, hecho con las cáscaras de limones dulces de la costa de Amalfi fermentados con una mezcla de azúcar y alcohol durante 20 días, lo que le da un sabor único y lo hace ideal como aperitivo y como postre.
¿Probarías tan glamouroso brebaje así de bien servido?