Hace unos meses habíamos anunciado en Hombres con Estilo sobre el lanzamiento de una nueva pastilla para controlar la eyaculación precoz llamada Priligy.
Ahora, los españoles que sufran este trastorno podrán adquirir a partir de ayer esta pastilla, que para que surta efecto, deberá ser tomada entre 1 y 3 horas antes de mantener una relación sexual.
¿Qué es Priligy y cómo actúa?
Priligy, cuyo principio activo es la dapoxetina, es un medicamento diseñado específicamente para tratar la eyaculación precoz. La dapoxetina pertenece a la clase de medicamentos conocidos como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). A diferencia de otros ISRS utilizados para la depresión, Priligy es un fármaco de acción rápida, lo que significa que actúa rápidamente tras su administración y se elimina rápidamente del organismo.
El mecanismo de acción de Priligy se basa en el aumento de los niveles de serotonina en el cerebro. Este neurotransmisor juega un papel crucial en la regulación de la eyaculación. Al inhibir la recaptación de serotonina, Priligy prolonga el tiempo que tarda un hombre en alcanzar el orgasmo, proporcionando un mayor control durante las relaciones sexuales.

Dosis y forma de administración
Priligy está disponible en dos versiones: comprimidos de 30 mg y 60 mg. La dosis inicial recomendada es de 30 mg y debe tomarse entre 1 y 3 horas antes de la actividad sexual. Si la dosis de 30 mg no resulta efectiva y no hay reacciones adversas notables, el médico puede recomendar aumentar la dosis a 60 mg. Sin embargo, no se debe tomar más de un comprimido al día.
Es importante ingerir el comprimido entero con un vaso de agua y evitar su consumo con alcohol, ya que esto puede aumentar el riesgo de efectos secundarios como mareos y desmayos.
Beneficios de Priligy
- Aumenta el control sobre la eyaculación: Los estudios han demostrado que Priligy puede prolongar el tiempo de latencia eyaculatoria intravaginal en aproximadamente 2-3 minutos en comparación con el placebo.
- Reduce la angustia emocional: Al ofrecer un mayor control, mejora la confianza y disminuye la frustración tanto para los hombres como para sus parejas.
- Fácil de usar: Al ser de acción rápida, se puede tomar según sea necesario, en lugar de requerir un tratamiento continuo.
Efectos secundarios y precauciones
Aunque Priligy es generalmente seguro, puede causar ciertos efectos secundarios. Los más comunes incluyen:
- Náuseas.
- Dolores de cabeza.
- Mareos y somnolencia.
En casos raros, se han reportado síncopes (desmayos). Por ello, es fundamental que los pacientes sigan las instrucciones del médico y eviten actividades como conducir o manejar maquinaria pesada si experimentan síntomas de mareo.
Priligy está contraindicado en personas con antecedentes de problemas cardíacos graves, insuficiencia renal o hepática moderada o severa, y en aquellos que toman ciertos medicamentos como IMAO o inhibidores de la recaptación de serotonina.

¿Quiénes pueden beneficiarse de Priligy?
Priligy está indicado para hombres de entre 18 y 64 años que cumplen con los siguientes criterios:
- Tiempo de latencia eyaculatoria intravaginal menor a 2 minutos.
- Falta de control sobre la eyaculación.
- Angustia personal significativa o dificultades interpersonales debido a la eyaculación precoz.
Es importante que el diagnóstico sea realizado por un médico, quien evaluará si este medicamento es adecuado y seguro para el paciente.
Alternativas a Priligy
A pesar de los beneficios de Priligy, no todos los hombres pueden usar este medicamento. En estos casos, existen otras opciones disponibles:
- Cremas anestésicas: Reducen la sensibilidad del pene para retrasar la eyaculación.
- Técnicas conductuales: Métodos como la técnica de compresión o el «start-stop» pueden ser efectivos.
- Otros medicamentos: Antidepresivos como la paroxetina o la fluoxetina, aunque no están específicamente aprobados para la eyaculación precoz, pueden ser útiles en algunos casos.
Priligy representa un avance significativo en el tratamiento de la eyaculación precoz, proporcionándoles a los hombres una opción eficaz y segura para mejorar su calidad de vida sexual. Sin embargo, su uso debe ser supervisado por un médico y complementado con asesoramiento psicológico o terapia conductual si es necesario.