Si tienes barba, en tu arsenal de higiene y belleza no pueden faltar aceite, bálsamo y champú. Se trata de tres productos esenciales para que el vello facial luzca siempre impecable.
A continuación te explicamos qué papel desempeñan en el estado de tu barba y cómo usarlos de manera correcta, siempre teniendo en cuenta que cada persona debe encontrar la rutina que mejor funcione en su caso, dado que cada barba tiene unas características especiales.
Champú
El champú para el cabello puede dejar la barba muy áspera y secar el cutis. Aplicar un champú con una fórmula especial para barbas –que generalmente son más suaves– es lo que mejor funciona cuando necesitamos lavar nuestro vello facial.
El champú para barbas se utiliza de la misma manera que el de cabello. Simplemente, frota una pequeña cantidad en las palmas de tus manos y masajea tanto el vello como la piel de abajo con el producto. Por último, enjuaga con agua abundante.
La frecuencia es un tema que realmente depende de cada uno. Puedes lavar tu barba con champú todos los días, cada tres días e incluso una vez por semana. Nadie mejor que uno mismo para juzgar si es suficiente un buen chorro de agua tibia durante la ducha diaria o ya necesita una limpieza a fondo con champú.
Bálsamo y aceite
Estos productos complementarios sirven para nutrir el vello facial y la piel que hay debajo, pero sus efectos sobre el aspecto de la barba son un poco distintos. Al ser más ligeros, los aceites ofrecen un resultado más natural. Si llevas barba corta o te gusta tu barba al natural, quizá prefieras el aceite.
A base de mantecas y ceras, los bálsamos quedan igualmente naturales, aunque tienen un mayor poder acondicionador. Es ideal para domar y suavizar esos mechones rebeldes o dar una cierta forma a la barba.