Hacerse un piercing en la oreja es una tradición y una moda, pero sobre todo es una forma de expresión. Como sucede con todas las modificaciones corporales (por ejemplo, los tatuajes), los piercings permiten sacar a flote tu rebeldía y creatividad.
Las opciones para perforarse la oreja son las mismas para todas las personas, independientemente de su género, y son las siguientes:
- Lóbulo (A)
- Hélice (B)
- Industrial (C)
- Hélice delantera (D)
- Rook (E)
- Daith (F)
- Snug (G)
- Orbital (H)
- Antitragus (I)
- Tragus (J)
Piercing en el lóbulo
Existen tres tipos de piercing en el lóbulo. Las características del pendiente elegido son clave. Por ejemplo, los dilatadores proporcionan un efecto punk y alternativo. También hay que decidir si te perforas únicamente un lóbulo o los dos. Uno es un buen comienzo, pero si te gusta la simetría, eventualmente quizá te hagas también la otra oreja. Y no solo por la simetría, sino porque se atribuye a los piercings una cualidad adictiva.
- Lóbulo estándar (A)
- Lóbulo superior (B)
- Lóbulo transversal (C)
El del área central del lóbulo es el piercing en la oreja más habitual entre los hombres. También es la perforación en la que se colocan los dilatadores, un tipo de joyería que puede expandir el agujero de la oreja desde solo unos milímetros hasta unos pocos centímetros. Es tendencia entre los millennials, aunque hay personas de generaciones anteriores que también los lucen con mucho estilo. Y es que la edad no es un obstáculo para ningún tipo de piercing.
El piercing de lóbulo superior se sitúa en la parte alta del mismo. Habitualmente, se combina con el piercing de lóbulo estándar. Por último, recibe el nombre de transversal el piercing en la oreja que atraviesa la parte más gruesa del lóbulo, en lugar de delante hacia atrás. Este es menos habitual, por lo que el transversal es una idea bastante interesante si te gustaría llevar un piercing que te diferencie del resto.
Piercing en el cartílago
A excepción del lóbulo, todos los piercings en la oreja deben atravesar cartílago (hélice, industrial, daith…). Además de ser más doloroso, requiere de más paciencia. Mientras que los primeros se curan relativamente rápido (4-6 semanas), los piercings en el cartílago pueden tardar 3-6 meses en volver a la normalidad, e incluso a veces más, dependiendo del tipo de perforación. Esto se debe a que en los cartílagos hay menos cantidad de flujo sanguíneo.
Durante ese tiempo es importante mantener una buena higiene (se aconseja limpiarlo dos veces al día con solución salina), monitorizar el proceso de curación y sobre todo no cambiar el pendiente, ya que eso aumenta el riesgo de rechazo y de infección.
Es probable que durante un tiempo la oreja te duela al apoyar la cabeza sobre la almohada con ese lado de la cara. Así que si tienes previsto perforar también el cartílago de la otra oreja, considera esperar a que la primera esté completamente curada. De lo contrario, por la noche puede resultarte bastante complicado encontrar una postura cómoda.
Los mejores piercings de oreja para hombre
Los toques personales ayudan a que los looks ganen puntos de estilo. Y los piercings en las orejas se encuentran entre los complementos más efectivos en este sentido. En lo que se refiere a la cara, combinar un piercing (ya sea de oreja, nariz o en otra parte) con una barba y un tupé realizado con buen gusto puede ayudarte a proyectar una imagen moderna y actual.
Lóbulo estándar, industrial, hélice y orbital se consideran las mejores áreas para los hombres. Pero para conseguir que funcione no es tanto cuestión del tipo de piercing como de la forma del pendiente en sí.
Generalmente, los hombres llevan piercings más grandes y pesados que las mujeres. Un diseño simple y robusto en negro o plateado es una apuesta segura. Por ejemplo, una barra de pesas, un aro o un dilatador tipo plug en negro liso. Los acabados en punta acentúan la dureza. Sin embargo, depende de las preferencias personales. Si prefieres algo más sutil o de colores no hay ninguna razón para que no lo lleves.
¿Cuál es el mejor material?
Los piercings se fabrican con distintos materiales. Elige el hipoalergénico titanio si quieres asegurarte de llevar un piercing en la oreja sin que ello te provoque ninguna reacción alérgica, ya que estas se producen muy raramente con este material. En segundo lugar de seguridad se encuentra el acero inoxidable.
Para las dilataciones también se utilizan materiales orgánicos como la madera. Los dilatadores de madera son más ligeros que los de metal. Otra de sus ventajas es que, al parecer, elimina los malos olores gracias a su porosidad. El mercado ofrece una variedad enorme de piercings de madera, tanto en lo que se refiere a la clase de madera como al diseño. Y es que, a diferencia del resto de materiales, este permite plasmar en ella prácticamente cualquier motivo que se le ocurra al diseñador, desde mandalas a calaveras, pasando por símbolos de cómic.