Si te preocupa tu aspecto debes elegir un corte de pelo y/o un estilo de barba acorde a la forma de cara. Lo mismo sucede con las gafas tanto de vista como de sol. Identificar la forma de nuestra cara es vital para obtener un aspecto lo más optimizado posible.
Si has salido a comprar gafas de sol con un amigo, es probable que tu amigo se haya probado algún que otro modelo que te haya resultado atractivo, pero que, al ponértelas, compruebas como el efecto es totalmente diferente. Esto se debe al a forma de tu cara.
Al igual que cada forma de la cara, tiene un peinado asociado, con las gafas y con las barbas sucede lo mismo, aunque este último en menor medida.
Nuestro rostro es la parte más importante de cualquier persona, rostro que indica rasgos de nuestra personalidad y que suele ser la principal herramienta que se utiliza para juzgar a las personas.
Ya lo dice el refrán «La primera impresión es la que cuenta».
Aunque no siempre es así. En mi vida he tenido la oportunidad de conocer a personas que, a través de su rostro, representaban algo totalmente diferente a los prejuicios que tengo asociados.
Se puede juzgar a alguien por el tipo de calzado que lleve, sin embargo, cuando hablas con él, no hablas con sus zapatos, te diriges a tu cara.
Cuando decimos que nuestra cara proyecta todo sobre nosotros al mundo exterior, no nos referimos simplemente la apariencia juvenil, sino también al carácter que desprendemos.
Si quieres dar un cambio radical a tu aspecto, no hace falta que recurras a profesionales de la imagen (que también). Tan solo tienes que utilizar las mismas herramientas que estos utilizan, siendo la forma de rostro la base de todo.
Uniformar la forma de tu rostro
El aspecto visual de cómo presentamos nuestro rostro depende de sus proporciones y forma. Aunque podemos agrupar las formas de la cara en 7 categorías, cada uno de nosotros tiene rasgos concretos que quiere ocultar (como cicatrices) o resaltar aún más (hoyuelo de la barbilla).
Una vez tenemos cuales son nuestros rasgos, tanto positivos como negativos, podemos comenzar a adoptar las medidas necesarias para hacer un cambio de estilo, un cambio radical o simplemente un retoque para esa zona que no nos acaba de gustar.
Formas de cara de hombre
Mientras que algunos estilistas agrupan las formas de la cara en un total de 9, otros reducen ese número hasta 5. Sin embargo, si queremos encontrar la escala que mejor equilibra la diversidad y categorización morfológica, podemos agruparlas en 7.
Forma de cara triangular
La línea de la mandíbula es más fuerte que los pómulos, con una frente más pequeña pero relativamente ancha y una barbilla puntiaguda.
Con el estilo adecuado, la forma de la cara triangular puede evocar fuerza y autoridad al resaltar su fuerte línea de la mandíbula. Nuestro objetivo es conseguir reducir el volumen de la mandíbula y resaltar la frente para restablecer el equilibrio.
Forma de cara ovalada
Frente algo ancha con pómulos más estrechos y una mandíbula redonda y afilada.
Las caras ovaladas, presente en la mayoría de las personas, es una base ideal para prácticamente cualquier tipo de peinado. Nuestro objeto es hacer que se respeten las proporciones sin desviarnos de ellas.
Si queremos destacar algún rasgo en particular, podemos optar por peinados afilados para añadir ángulos y zonas afiladas a nuestro aspecto y así alejarnos de las formas redondeadas de nuestro rostro.
Forma de la cara redonda
Pómulos circulares y anchos con mandíbula y frente afiladas.
Para tratar de alejarnos lo máximo posible de un rostro redondo, debemos resaltar otros rasgos recesivos que añadan longitud al rostro. Elegir un peinado concreto, añadir una barba medianamente larga, nos permitirá reducir la redondez de nuestro rostro.
Forma de cara oblonga
Rostro alto y rectangular con esquinas redondeadas. La frente es ancha, pero de tamaño similar a los pómulos y la mandíbula.
Lejos de alejarnos de este tipo de forma de cara, nuestro objetivo es aprovecharla para crear amplitud y reducir la importancia de su longitud.
Forma de la cara de diamante
Frente y mentones estrechos con pómulos fuertes.
Los rostros en forma de diamante aprovechan su potencial fomentando el equilibrio de las proporciones. Podemos frenar los rasgos más prominentes de los laterales, nuestros pómulos para resaltar rasgos más recesivos de nuestro rostro.
Forma de cara cuadrada
La cara es ancha en todos los puntos. Frente ancha, pómulos fuertes y mandíbula angular.
Los rostros cuadrados son ideales para experimentar, aunque si has llegado hasta aquí, es probable que te hayas cansado de esa fase.
Nuestro objetivo es resaltar nuestros rasgos más características, pero sin que destaquen especialmente, ya que podemos caer en el error y modificar la interpretación de la forma de nuestro rostro.
Forma de cara en forma de corazón
Frente ancha, pómulos redondeados que descienden hacia un mentón pequeño.
Los rostros en forma de corazón nos ofrecen un equilibro perfecto en la zona superior del rostro, un equilibro que podemos compensar centrándonos en la parte inferior, utilizando una barba media, e incluso un bigote.
Cómo modificar la forma de la cara
Podemos cambiar ligeramente la forma de nuestro rostro sin necesidad de pasar por un quirófano (más que nada porque no es una operación sencilla y asequible para todo el mundo).
En este artículo, os mostramos cuales son los peinados que mejor se adaptan a cada forma de la cara. Junto al peinado, debes considerar, si el tipo de barba que tienes, te lo permiten comenzar a adoptarla en tu día a día.
La barba es el único método que tenemos a nuestra disposición para poder modificar la forma de la parte inferior de la cara, siempre y cuando sepamos lo que estamos haciendo.
También podemos optar por una perilla si la idea de la barba no es de nuestro agrado.
Sea como fuere, debes tener en cuenta que la barba debes cuidarla igual o incluso más que el cuero cabelludo, ya que la piel que se encuentra detrás del pelo no es la misma que la se encuentra en la cabeza.