Siempre se ha dicho que segundas partes nunca fueron buenas, pero también que no hay dos sin tres o que hay piedras con las cuales es inevitable no volver a tropezar por segunda, tercera o cuantas veces se interpongan en nuestro camino. Tal vez haya muchas personas a las que ni se les pasaría por la cabeza eso de volver con un ex, pero otras, estarían dispuestas a volver atrás en el tiempo y tener una oportunidad de nuevo. Además, la experiencia te da sabiduría y la ocasión de hacer las cosas mejor. ¿Tú eres de los que no ven como algo negativo que esto suceda? Pues si quieres volver con tu ex no hagas esto.
Son las menos, pero no pocas las parejas que, al cabo de los años, vuelven a estar juntas y entonces sí, consiguen vivir ese “juntos para siempre”, del que tanto hablan los cuentos y novelas con finales felices. Y, ¿por qué no? Si al fin y al cabo estas lecturas están inventadas por humanos y tenemos como ejemplo a nuestros abuelos e incluso a nuestros padres que nos dan ejemplo de que no hay barreras que consigan frenar un amor que es verdadero.
Si eres de los que no cierran la puerta a volver con su ex. O incluso aunque ahora mismo no, pero sabes que la vida da muchas vueltas, nuestro consejo es que no hagas esto.
¿De este agua no beberé?
La vida da muchas vueltas y le encanta eso de jugar al despiste con nosotros. Por eso, quienes tienen una mínima experiencia en las artes del vivir (ojo que no estamos hablando exclusivamente del amor), saben que nunca hay que cerrarse las puertas en ninguna parte. Porque nunca sabes cuándo te puede dar sed y tendrás que beber del mismo agua que hoy estás rechazando rotundamente.
También es verdad que a veces conocemos a una persona que nos parece especial, o que hay algo en ella que “sí”, o que “no”, pero los devenires de la vida hacen que cada uno de vosotros se encuentren en un punto del camino distinto. La circunstancias personales, familiares e incluso emocionales, mentales o la propia edad. Va pasando el tiempo y este se encarga de forjarnos, en ocasiones para bien y otras no tanto.
Pero ocurre que un día, te cruzas con esa o ese ex del pasado, que hoy encuentras mucho más atractivo/a que entonces, con un punto de madurez que lo/a hacen increíblemente irresistible. Quizás sea esa persona la que cambió, o tal vez fuiste tú. O, lo más probable, es que ambos seáis bastante diferentes a cómo érais entonces. Ahora cargáis mochilas, o habéis aprendido a vaciarlas por el camino. Y el cronómetro emocional parece ponerse a cero. Otra vez.
¿Te suena? No es solo el argumento de algunos de los exitosos títulos del cine romántico sino la vida misma actuando y escribiendo historias que ni la pantalla sería capaz de recrear. Parece exagerado, pero no lo es. Por eso y porque nunca sabes cuándo tu corazón recuperará los latidos de la primera vez que vió a su gran amor, aplaca tu ira, usa la cabeza y compórtate cuando rompas una relación.
Nunca le hagas esto a tu ex
Las segundas oportunidades están hechas para actuar habiendo aprendido de los errores y aprovechar la madurez de la experiencia. Así que si volviste con él o con ella, es el momento de hacer que la relación funcione. Para lograr el éxito con tu pareja y que esta vez sí, sea la definitiva y podáis ser la envidia de vuestro grupo de amigos, evita estas conductas. Ella o él confiaron en ti, ¡no la fastidies!
Aislarse de todos y de todo
Crear un vínculo con tu pareja y tener un espacio para dos es bueno, pero tampoco lo es cerrarse por completo al mundo exterior. Porque de los demás también se aprende y, a veces, desde nuestra perspectiva las cosas se ven distintas. Es positivo contar con familiares y amigos de confianza e incluso con un psicoterapeuta de pareja, que nos orienten a la hora de superar obstáculos.
¡Cuidado con los sacrificios!
Cuando amas a alguien quieres que cumpla sus sueños y alcance sus metas. Su felicidad es tu felicidad. Pero tampoco te pases la vida haciendo sacrificios, porque llegará un momento, cuando el amor se enfríe o tan solo te tibie, en que terminarás tan agotado de estar continuamente haciendo renuncias, que acabarás echándolo en cara a la persona.
Una relación es de dos y ambos miembros de la pareja deben apoyarse. No des y des sin recibir, ni tampoco esperes recibir y recibir sin un mínimo esfuerzo por tu parte.
Los problemas no son para ti (ni para tu ex)
Muchas veces cometemos el error de no contar al otro nuestros problemas e intentar resolverlos por nosotros mismos. Es comprensible que no quieras dar más preocupaciones a tu pareja, sobre todo, porque seguramente serás consciente de los problemas que esa persona ya carga en su día a día. Sin embargo, seguro que a ti te gustaría que te contara sus problemas y sentirte útil ayudando a ello. Pues a esa persona también, así que confíale tus preocupaciones.
Además, te notará un comportamiento extraño sin saber por qué, si tus preocupaciones son grandes y esto puede afectar la relación.
No metas los problemas de fuera en casa
Pocos son los que saben desconectar cuando están en casa y dejar aparcados los problemas del exterior en la puerta. Por favor, ¡hazlo! Será sano para ti y también para tu pareja. Si entras en casa con tus frustraciones del trabajo o que tuviste con algo o alguien del exterior, tu pareja acabará pagando las consecuencias sin tener culpa de nada. Que sea tu pareja no significa que tenga que pagar por tu mal humor, ni por tus agobios y frustraciones.
Si quieres volver con tu ex no hagas esto porque entonces vuestra relación estará de nuevo abocada al fracaso. Y es una lástima. En la vida vamos evolucionando y la evolución exige aprender lo que hicimos mal, para, en adelante, hacer las cosas mejor. Agradece la oportunidad que la vida te dio y aprovéchala.