Generalmente, las gabardinas se asocian con el estilo formal, pero esta prenda también puede incluirse en looks más casual.
Esta temporada, las firmas se han propuesto acercar la gabardina a los hombres con un sentido de la moda más contemporáneo. Y lo hacen a través de modelos que juegan con los estampados, los tejidos y los cortes relajados.
La clásica renovada
Burberry, 2.095 €
La tendencia de gabardinas casual está encabezada nada menos que por la firma a quién debemos la invención de esta prenda, Burberry.
La casa británica de moda de lujo propone una gabardina con una estructura bastante clásica, la cual contrasta con unos juveniles dibujos estampados por toda la superficie.
La atrevida
Matches Fashion, 1.421 €
Una de las ideas más arriesgadas llega de la mano de Fear of God. Y no sólo por elegir los cuadros como motivo, sino porque técnicamente es una bata.
Una pieza que descoloca bastante, razón por la que no pasarás desapercibido. La puedes combinar con joggers, así como con jeans.
La urbana
Farfetch, 462 €
La firma estadounidense Palm Angels se lleva esta prenda a su terreno, el estilo urbano. Y el resultado es altamente satisfactorio.
Una gabardina oversize con (claro) mensaje que puede ser esa última capa que necesitas para tus looks casual este otoño.
La mixta
Farfetch, 1.550 €
Maison Margiela juega a dos bandas con este abrigo que combina características tanto de gabardina como de chubasquero.
Una prenda con botones a presión, grandes bolsillos laterales cuello que se transforma de camisero a chimenea al cerrarse completamnte.
La ochentera
Zara, 79.95 €
Pensando en el entretiempo, la firma española, Zara, elige el lino como materia prima para esta desenfadada gabardina.
Un abrigo con mucho movimiento y de claras influencias ochenteras, como demuestran su silueta relajada y sus mangas arremangadas.
La militar
Matches Fashion, 1.350 €
La propuesta de Valentino es una gabardina slim fit de camuflaje con bandas laterales en contraste.
Una prenda que nos ofrece la posibilidad de ir casual sin renunciar a ese ajuste perfecto del que hacen gala las firmas italianas.