Conocemos de primera mano cómo es la etapa de la adolescencia. Sin ir más lejos nosotros mismos hemos vivido esa fase con alguna dificultad. Todos los niños cuando llegan a esta etapa suelen afrontarla de la mejor manera posible, aunque algunos padres tienen que lidiar con la pregunta sobre ‘qué hacer cuando su hijo adolescente le falta el respeto’.
Padres y madres nos hacemos muchas preguntas, no sabemos si el problema está en nosotros, si nuestra educación es demasiado permisiva o si los niños tienen algún tipo de trastorno de conducta. Sin duda, cada generación que se antepone a otra siempre critica a la anterior. Se suele debatir si los adolescentes de hoy en día no respetan nada, pero dentro de cada generación la frase es continuada en el tiempo.
Consecuencias del comportamiento de los adolescentes
Los adolescentes tienen una etapa complicada para poder suplir todos sus cambio físicos y cognitivos. Es una edad en la que quieren forjar su propia identidad y eso lo quieren hacer con total independencia. Allá dónde veíamos a niños apegados a sus padres, ahora ven un mundo distinto fuera de sus casas. Todo lo que ven en otras familias querrán que también se represente en su casa y de ahí que comiencen a criticar todo lo que siempre han conocido.
Los lóbulos frontales de los jóvenes comienzan a transformarse y será la última parte que termine de madurar, de ahí que todavía tengan algún tipo de conflicto en su maduración. Los adolescentes se sienten en muchas ocasiones inestables e incomprendidos y muchos de ellos transforman su estado de ánimo en rebeldía.
Lo que hay que dejar claro es que siempre se puede llegar al diálogo entre padres e hijos. Si el adolescente protesta hay que escucharle y dejar que se enfade si quiere, tiene todo su derecho. Lo peor es cuando no tiene esa reacción tan natural y se llega a la falta de respeto y a continuación a la agresión.
¿Cómo reaccionar cuando tu hijo te falta al respeto?
Lo importante es saber reaccionar cuando tu hijo sube su tono de voz y te falta al respeto. No hay que ponerse a la altura de él o ella ya que eso no solucionará las cosas en el momento, sino más bien se agravará. Ofende mucho cuando tu propio hijo te insulta, te dice palabras que hieren o te hace grandes desprecios. Un padre o madre calmado ante tal reacción hará que no le cuadre los esquemas y se sienta algo más calmado.
El diálogo es lo más importante como toma de contacto. Hay que asumir que su comportamiento es algo que no sea nuevo, por lo que hay que tener la capacidad de intentar entender el momento. Pero tampoco dejes que se salga con la suya o te pise por encima, hay que demostrar quién tiene la autoridad y por qué.
Aquí pueden seguir implantándose los pequeños castigos, ya que como cualquier rabieta en un niño pequeño, si no se toma solución se volverá a repetir. Posiciónate en el papel de madre o padre y repite que los límites y las normas se imponen por el bien de todos. Si tu hijo hace las cosas mal y te falta el respeto tendrá consecuencias, pero el hecho de que se actúe así es por su propio bien. Desde aquí hay que dejar claro que lo que se pretende hacer es que en un futuro sea una mejor persona.
En el momento de mayor efusión, si tu hijo te insulta no hagas los mismo. No será la mejor forma de comunicarse, intenta representar tu conmoción expresando frases como “No me hables así, porque me duele”, en vez de continuar con frases grotescas o burlescas.
Pero tampoco te doblegues con hacerte siempre la víctima y que vea que lo estás pasando mal. Hay que ser fuerte emocionalmente. Si tu hijo ve que cedes o te ve débil siempre tendrá ese camino para poder volver a mostrarse irrespetuoso y siempre se saldrá con la suya.
Escuchar a tu hijo es el mejor camino, si refuerzas el respeto al final ellos también querrán comportarse de la misma forma, pero con el tiempo. Puedes preguntarle que por qué le enfada algo tanto y analizar dónde está el problema. Si te escucha sabrá que es una buena forma de buscar una solución ante tal enfado, y que mejor de la mano de un padre o madre experto.
Existiendo la comunicación siempre será la mejor forma factible de que todo se apacigüe, si pones tu interés en él, también a la larga lo buscará en ti. La paciencia es la mejor clave para pasar ese momento tan doloroso, pero con el tiempo puede llegar a tener un buen fin.