Nuesta forma de caminar puede ayudarnos a causar una buena impresión en los demás, aunque también puede ser mala en función de la postura, la energía y la expresión corporal y facial, razón por la que es importante poner empeño en hacerlo de la manera correcta. Aquí te damos las claves para caminar con seguridad y estilo:
Aprender a caminar mejor es algo que requiere de mucha práctica, por lo que deberás reservarle algo de tiempo de tu agenda semanal. Salir a caminar por la ciudad o el campo es fundamental, así como trabajar la postura de todo el cuerpo delante de un espejo cuanto más grande mejor. Cuanto más nos entrenemos en estos dos aspectos, más rápido llegarán los resultados positivos.
Caminar encorvados refleja poca seguridad en uno mismo. Para que nuestra forma de caminar cause buena impresión hay que mantener los hombros hacia atrás, la barbilla ligeramente levantada y dejar que los brazos caigan libremente a los lados, moviéndose hacia atrás y adelante mientras caminamos.
Caminar enérgicamente nos hace parecer más seguros, mientras que hacerlo lentamente es una señal de que algo no va bien, de que tenemos algún tipo de preocupación en la cabeza. En definitiva, nos hace parecer inaccesibles. Por lo tanto, intenta caminar siempre a paso ligero con buenas zancadas… con decisión.
La expresión de nuestra cara también juega un importante papel a la hora de que nuestra forma de caminar ofrezca una buena o mala imagen de nosotros mismos. Llevar el rostro relajado o con una leve sonrisa (fundamental que sea natural) mientras caminamos es una señal de confianza que, además, dice a los demás que somos accesibles, lo que es de gran relevancia en las relaciones interpersonales.