¿¿Levantarse a las 5 de la mañana?? ¿Estarás de broma?? Sí, nosotros también hemos pensado esto mismo cuando nos lo dijeron, cuando nos lo aconsejaron y cuando lo leímos. Porque, por increíble que parezca, hay gente que lo practica y que lo recomienda. Y ahí estábamos nosotros con nuestro espíritu aventurero dispuestos a hacer la prueba. Nos costó, sería inútil negarlo y tampoco estamos para contar mentiras a estas alturas de la película. Pero el resultado mereció la pena el sacrificio. Para poder contártelo en primera persona hemos querido meternos en la piel de quien se anima a probar eso de el poder de madrugar y descubrir cómo las 5 de la mañana pueden cambiar tu vida.
Somos conscientes de que es completamente difícil tratar de convencerte de una realidad que tú mismo no estés dispuesto a aceptar. Y menos cuando suena tan rocambolesco como pedirte que te levantes prácticamente a mitad de la madrugada, porque a esa hora no están puestas ni las calles, como dirían los más atrevidos. Ojo que sabemos que hay personas que, por trabajo o por necesidades personales varias, se levantan a esta hora o incluso tienen horarios aún peores. Y precisamente pensar en ellos es lo que nos ha dado la fuerza para hacer el intento.
¿Qué es lo que hemos descubierto? ¿Merece la pena madrugar y levantarse a las 5 de la mañana? Te lo contamos.
El poder de madrugar o levantarse a las 5 de la mañana
Por más que lo leas una y otra vez y hasta que te acostumbres, levantarse a las 5 de la madrugada, sin necesidad, suena descabellado. A película de terror o comedia surrealista. Con lo agusto que se está y ahora que llega el invierno más, desaparecido bajo el calor de los edredones y al resguardo del frío en esa cama con textura algodonosa que se vuelve aún más algodonosa a primeras horas de la mañana. Y para el que es dormilón, da lo mismo invierno que verano, porque cualquier época del año es buena para dejarse abrazar por Morfeo hasta que el despertador lo permita. ¿Qué necesidad hay de una tortura como esta??
La cuestión está en que, por duro que resulte al principio, de forma casi milagrosa te sientes bien en cuanto te acostumbras a ello. Por lo menos, esto es lo que ocurre en un buen número de personas. Porque no todos somos iguales. Pero, si eres una persona proactiva, a la que le gustaría hacer un sinfín de cosas y sientes que el día se te queda corta y la vida no te da para más, esta podría ser la solución efectiva.
En contra de lo que pudieras estar pensando, levantarte a las 5 de la madrugada no te hará acabar rendido cuando llegue la noche, por lo menos, no de manera automática, aunque el cansancio y el sueño es normal que se acumulen y haya días donde notes que necesitas un descanso más largo. Pero curiosamente, sucede el extraño fenómeno de que cuanto menos hacemos, menos ganas tenemos de hacer cosas o menos fuerza de voluntad para ello. Y levantarse pronto actúa como una especie de varita mágica para darnos la energía.
De hecho, está probado por la ciencia y, esto, ha hecho nacer un curioso grupo de personas defensoras que se han hecho llamar «El club de las 5».
¿Madrugar es para todos?
Definitivamente no. Cada persona es distinta, por eso, hay quienes se sienten más activos de día y quienes lo hacen al caer la noche. Si siempre sentiste que te vuelves especialmente productivo durante las horas nocturnas y no te has encontrado en la necesidad de alargar tus días, entonces quizás para ti no tenga sentido hacer esto.
Tampoco cobra mucho sentido si tienes un trabajo en un horario fijo y eso de levantarte de madrugada solo hará que la pases de zombi vagando por tu casa. El sentido de madrugar es empezar a hacer cosas bien temprano, no para que te la pases vagueando, jugando a la play o perdiendo el tiempo, sino para que realmente aproveches el tiempo. ¿Tienes una agenda apretada y te gustaría que tus días fueran más largos? Pues entonces prueba el poder de madrugar y nos cuentas qué tal te ha ido tras experimentar durante al menos dos semanas. Porque sabemos que la primera semana te costará horrores mantener los ojos abiertos. Esto es como las dietas, cuestión de que tu cuerpo se habitúe a comer menos en aquél caso y a espabilarse antes cuando madrugues.
Cómo aprovechar el tiempo madrugando
Hay una fórmula infalible para que el tiempo sea bien aprovechado cuando madrugues y es practicar deporte. Ya sea que vayas al gimnasio, que salgas a hacer footing o realices ejercicio en casa, la actividad física, además de saludable, te despertará del todo. Sí, se vale tomar café para que este líquido milagroso te ayude a mantener el tipo a esas horas.
Si teletrabajas, eres autónomo o trabajas por cuenta, o bien resulta que tienes cierta autonomía para organizar tu jornada laboral, en lugar de hacer gimnasia puedes empezar más temprano tu jornada. Te alegrará cuando sin apenas haber llegado la media mañana tienes tanto trabajo adelantado. Y cuando la mayoría llega con los ojos semi cerrados, tú ya estás a full. Créenos, es una sensación muy grata. Y, si además, esto significa cumplir con tus 8 horas y acabar antes, pues oye, de lujo, ¿no crees?
Claro que no todo el mundo tiene esa facilidad para flexibilizar su trabajo, pero aún así hay formas de aprovechar la mañana. Por ejemplo, dejar la comida preparada, si es que cuando llegues tienes que empezar a buscar qué comer. O, sencillamente, escuchar música, leer un rato y entonarse antes de que el mundo abra los ojos y te eche encima todas las responsabilidades.
Las 5 de la mañana pueden cambiar tu vida si decides poner esto en práctica. Pero al final, tú debes ser quien valore si, en base a tu ritmo de vida y tus quehaceres, te sale a cuenta o no transformarte en gallo de corral y ser el primero en darle los buenos días a la mañana. O si, por el contrario, crees que, a esas horas, eres más útil en la cama.