Cuando todo marcha hacia la digitalización, algunos vestigios de lo “clásico” se niegan a desaparecer.
¿Podrá la modernidad digital desplazar al libro tradicional?
Netflix y otras empresas por el estilo, van en serio con su batalla por desplazar a la TV y al cine. Sin embargo, la pantalla pequeña y la grande todavía mantienen una ventaja importante.
Quienes parecen que sí están viendo el final cada vez más cerca, son las formas de lectura tradicionales.
Los diarios en soporte físico sobreviven por puro romanticismo. Además, ya todos los periódicos, tabloides, revistas y otras publicaciones de “kioscos”, han evolucionado hacia su versión digital. La situación con los libros está muy lejos de ser tan dramática, aunque el Ebook consolida día a día su presencia mundial.
El libro tradicional o Ebook: ese es el dilema
Cuestión de gustos, no hay duda. Hay quienes no renuncian a lo clásico. Otros están totalmente adaptados a las pantallas de la Kindle, smartphones, tabletas y ordenadores. Muchos de los más jóvenes ni siquiera entienden cuál es el “conflicto”.
Hay un último grupo a quienes les da igual. No importa el soporte, siempre y cuando la lectura sea agradable.
El libro tradicional
- Leer un libro es un ritual en sí mismo. Sujetarlo entre las manos, percibir el aroma. Pasar las hojas. Un libro electrónico jamás podrá proporcionar esa magia.
- Es ideal para desconectarse de la tecnología y de los aparatos electrónicos. Tampoco vas a necesitar Wi Fi.
- Puedes leer en cualquier parte.
Ebook
- No solo suelen ser más económicos, también puedes comprar y descargar un montón de libros y tenerlos al momento, a tu disposición.
- No necesitarás espacio físico para guardarlos. Si te mudas, no tienes que embalar, ni cargar a cuestas cajas y más cajas. Te puedes llevar toda tu biblioteca de viaje.
- Suele pasar que el libro de moda no lo consigues en ninguna librería porque está agotado. Las versiones digitales están siempre disponibles.
Fuentes imágenes: Actualidad literatura