Después de que el futurismo y el minimalismo hayan dominado durante los últimos tiempos, las firmas de moda se han propuesto dar un giro anti-cool a nuestras zapatillas deportivas a partir de este otoño.
Y por el momento no les va nada mal. Yeezy, Acne Studios y Balenciaga son algunas de las marcas que están triunfando desafiando el concepto general de qué es cool y qué no lo es a través de modelos robustos y retro.
Estas zapatillas se convirtieron en una de las piezas protagonistas de la colección otoño/invierno 2017-2018 de Balenciaga.
Además de por su monstruoso tamaño (siguen asomando incluso a través de los pantalones más holgados), las Triple S de Balenciaga se caracterizan por un efecto de suciedad en las suelas que desconcertó a más de uno durante su presentación.
A diferencia de las anteriores zapatillas diseñadas por Kanye West, su nueva creación –lanzada por sorpresa el pasado mes de agosto– carece de líneas futuristas.
Se ha dicho de ellas que son «grandes» y «feas», aunque nosotros preferimos palabras más amables para las Yeezy 700. En su lugar, las describiríamos como estilosamente anti-cool.
Acne Studios es otra de las firmas que está poniendo su granito de arena para inundar el mercado con zapatillas de estética retro en los próximos meses.
Además de sus contundentes suelas, las Sami lilac de Acne Studios tienen otra cosa en común con los dos modelos anteriores: su elevado precio (560 euros). Aunque estas, por suerte, todavía no se han agotado.