El placer sexual está relacionado con la estimulación apropiada de las zonas erógenas del cuerpo. En los hombres, la forma del pene y el tamaño del pene son determinantes para realizar posiciones sexuales que generan mayor satisfacción para la pareja. Se trata de beneficiarse de la anatomía lo más posible, razón por la que explicamos cuáles son las formas del pene más corrientes y cómo aprovecharlas.
El pene lápiz o flauta es la forma de pene más común. La zona del glande es más estrecha y puntiaguda, se parece a la punta de un lápiz, mientras que el cuerpo es del mismo grosor, presentando una apariencia uniforme. Este tipo de pene resulta muy bien para todas las posiciones sexuales, satisfaciendo a la mujer sin causar dolor o molestias en el hombre, sin embargo si gusta el sexo anal presenta una ventaja, al ser más estrecho en la punta facilita el trabajo de penetración, reduciendo los dolores y molestias.
Muchos hombres se preocupan porque su pene tiene una curva hacia la parte derecha o la parte izquierda, este tipo de falo es conocido como pene curvado. Cuando se trata de una pequeña curvatura, no hay un gran problema, pero cuando es más pronunciada, el hombre y la mujer pueden sentir molestias durante la penetración al realizar diferentes posturas, por razón de la falta de flexibilidad de este tipo de miembro.
Una ventaja interesante es que gracias a su forma, se consigue alcanzar mejor el punto G de la mujer durante la penetración, por esta razón este tipo de pene está recomendado para las posiciones sexuales que facilitan la estimulación del punto G.
El falo con glande prominente y un cuerpo uniforme más delgado que la punta, es conocido como pene champiñón. El tamaño del glande hace que el sexo oral se convierta en una experiencia realmente placentera para los hombres con este tipo de pene, por lo tanto los preliminares son la mejor forma de calentar motores antes de la penetración.
Los hombres con un pene de champiñón pueden beneficiarse de una gran variedad de posturas, sin embargo la penetración anal no se recomienda, por razón del tamaño del glande que puede ser dolorosa para la persona que lo recibe.