Seguramente has oído hablar del entrenamiento funcional. Algo que se ha puesto completamente de moda entre los deportistas más famosos y que la comunidad fitness intenta hacer. Se trata de un entrenamiento que otorga muy buenos resultados a aquellas personas que lo hacen.
En este artículo vamos a contarte qué es el entrenamiento funcional, en qué consiste y cómo llevarlo a cabo para que también puedas beneficiarte de sus resultados.
¿Qué es el entrenamiento funcional?
Este tipo de entrenamiento se ha convertido en algo que está en boca de todos los deportistas durante los últimos años. Los deportistas famosos y otros de élite son los que han promovido su fama, a través de las ventajas que ofrecen. Es un tipo de entrenamiento que necesita de diversos conocimientos para llevarlo a cabo y son muchas las personas que dicen ser expertos y no lo son. Es fácil pasar por alto muchos de los puntos claves para que la metodología de trabajo sea efectiva.
El entrenamiento funcional es aquel que tiene un objetivo en sí. Son muchas las personas que comienzan a entrenar en un gimnasio y no saben bien cuál es su objetivo o su propósito. Antes de comenzar a entrenar a lo loco, hay que establecerse un objetivo realista a largo corto o medio plazo. Por lo general, aquellos objetivos a corto plazos no suelen ser realistas ya que hay mucho humo en las pantallas publicitarias y en todos los medios de comunicación. Vemos a personas musculadas que no son naturales y que no sabemos todo el camino que conlleva. Pensamos que es fácil de conseguir y nos guiamos por falsos mitos y esperanzas que nos ofrecen para facilitar el camino.
Crear objetivos y seguirlos
El entrenamiento funcional es aquel que se diseña para cumplir unos objetivos concretos e intenta también cumplirse en el tiempo propuesto. Por ejemplo, si una persona quiere ganar masa muscular, no sólo tendrá que utilizar un tipo de entrenamiento que se adapte a sus objetivos, sino modificar su hábito de vida completo a dicho objetivo. Por ejemplo, es imposible conseguir la hipertrofia muscular sin una dieta acorde y un modo de vida saludable. De nada sirve hacer la mejor rutina para aumentar masa muscular si luego no comemos bien o estamos todos los fines de semana bebiendo hasta el agua de los floreros.
Todo el entrenamiento está enfocado a alcanzar el objetivo propuesto y se diseña detalle a detalle para optimizar los resultados. Este tipo de entrenamiento surgió a raíz de la necesidad de numerosos pacientes de recuperar el estado físico tras una lesión. Sin embargo, no sólo sirve para devolver a los deportistas su patrón cotidiano de vida, sino que sirve para que los preparadores puedan optimizar los resultados y llevar al máximo el rendimiento de sus clientes.
Ejemplo de entrenamiento funcional
Por ejemplo, vamos a suponer que el cliente en este caso es una persona que ha trabajado muchos años de albañil. Esa persona ha estado levantando cajas, cogiendo carretillas, tirando de poleas para levantar peso, mucho tiempo al sol, ha trabajado con materiales pesados mucho tiempo. Día a día, año tras año, las articulaciones y tendones se debilitan, y los músculos también. Por ello, el preparador físico, en este caso un entrenador personal, debe prepararle una rutina de ejercicios enfocada a fortalecer aquellos grupos musculares que actúan principalmente durante su trabajo para aumentar la eficiencia y capacidad de los mismos ante la respuesta a diferentes estímulos.
No sólo fortalece los músculos para que pueda tirar mejor con el peso que tiene que trabajar, sino que ayuda a corregir la postura para realizar sus tareas y hacerlas más eficientes. De esto se trata el entrenamiento funcional. Se trata de un plan completo para que el paciente pueda adaptarse a su modo de vida, hacerlo más sencillo, eficiente y evitar posibles lesiones. Todo el entrenamiento completo está enfocado a un objetivo y es el de mejorar la eficiencia en su trabajo.
Cómo integrar el entrenamiento a la vida cotidiana
Y es que un entrenamiento funcional debe integrar todos los aspectos en el rango de movimiento humano. Si se quiere ser experto sobre este tipo de entrenamiento es necesario estudiar los patrones de movimiento humano, observar a los niños cómo actúan, a los adultos cómo trabajan y a los deportistas cómo realizan los deportes. De todos estos tipos de observaciones se comienzan a trabajar sobre los errores más comunes en todos ellos.
Los errores que se suelen cometer a lo largo de nuestra vida se van adoptando poco a poco fruto de la monotonía. El que se pasa horas y horas delante de un ordenador, acaba por ir atrofiando su postura y no respetar la forma en la que tiene que sentarse correctamente. Por ende, comienzan a surgir problemas de movilidad, dolores de espalda, debilidad en las articulaciones, etc. Con el entrenamiento funcional se pueden corregir ciertos errores de la vida cotidiana y convertir los malos hábitos en hábitos saludables.
Dado que, a lo largo de la vida, nos encontraremos con diferentes tipos de personas, situaciones y malos hábitos, debemos establecer patrones de funcionamiento que sirvan de raíz para tratar los problemas. Es decir, personas más sedentarias tienen que modificar la postura en el tiempo que están sentados, aumentar la actividad física y realizar un entrenamiento donde se involucre los grupos musculares más afectados por las malas posturas. De esta forma estaremos fortaleciendo las capacidades de nuestro cuerpo y haremos más eficiente nuestro día a día.
Si conseguimos además que la alimentación se adapte a nuestros objetivos, estaremos optimizando los resultados a niveles superiores. Hay que pensar que el entrenamiento es un todo que se agrega a nuestro estilo de vida. Un tipo de entrenamiento que nos hace más eficaz nuestro día a día, nos aumenta el bienestar y la salud y nos lleva a mirar más por nosotros mismos.
Debemos cuidar de nuestro cuerpo deteriorado por el día a día, puesto que es el único contenedor que tenemos. Espero que esta información os haya sido útil para aprender más.