Los especialistas en vinos suelen emplear términos como “robusto”, “atrevido” o “elegante”, al describir el aroma o el sabor de un buen vino. Incluso se atreven a describir texturas y sensaciones que para muchos resultan difícilmente entendibles.
Aquellos que quieran disfrutar enteramente de la experiencia de un buen vino deben saber que el gusto y el olfato se pueden entrenar. A partir de ahí, se podrán clasificar e identificar con criterio aromas y sabores.
Cómo identificar un buen vino
Los sumilleres aconsejan a los “inexpertos” que lo primero a la hora de disfrutar de un buen vino, es precisamente eso: disfrutar.
Muchos aprendices quieren avanzar deprisa, tratando de decodificar algún enigma secreto y se olvidan de este principio básico.
Todos los aromas y sabores son subjetivos. Lo que para cualquier persona una combinación de determinados elementos puede provocar un cúmulo de sensaciones placenteras, para otros se puede tornar en una experiencia desagradable.
Para saber si un producto es bueno, hay que probarlo. Y si algo saben tanto la nariz como el paladar, es identificar lo que les gusta y lo que no.
También conviene recordar que, para identificar un buen sabor, no hay que se experto.
La temperatura en el buen vino
La temperatura es un factor muy importante para poder captar toda la esencia de un buen vino. Y a partir de ahí llegar realmente a disfrutarlo plenamente.
Los parámetros varían, de acuerdo al tipo de bebida:
- Vinos blancos y espumantes son los que deben consumirse más fríos: entre 6 y 10 grados centígrados.
- Vinos rosados, entre 8 y 12 grados.
- Tintos, entre 14 y 16 grados.
- De crianza o añejos son los que deben ingerirse a temperaturas más templadas, entre 16 y 18 grados centígrados.
Muchos adjetivos
La comparación es un parámetro muy útil para identificar sabores y determinar la calidad: mayor o menor acidez, más o menos dulce, etc. Estos son factores que pueden ayudar a la hora de nombrar atributos: fino, robusto, elegante o casual. Los adjetivos también pueden ser negativos: hueco, débil, plano de sabor…
Fuentes imágenes: Cubaneando con Mario / Amantel Catering