Podemos hablar de este término como una etiqueta más para catalogar la conducta sexual de la vida de una persona. Demisexualidad es una palabra muy poco conocida que se está empezando a emplear en muchas personas cuando tienen un tipo de orientación sexual diferente a los términos que ya vienen implantados.
Conocemos heterosexualidad, bisexualidad, homosexualidad y asexualidad como palabras relacionadas con la atracción sexual, hacia personas del mismo o diferente sexo o incluso no habiendo atracción absoluta. Es por ello que haya personas ya catalogadas con el término demisexualidad, admiten tener atracción pero con cierta resignación.
Definición de demisexualidad
Demisexualidad es un término que ya viene acuñado desde el año 2006, según la Red para la Educación y la Visibilidad Asexual (AVEN), dónde representa a una persona con sentimiento y atracción sexual hacia otra persona, pero sólo y exclusivamente sin antes haber forjado un profundo vínculo emocionalmente fuerte hacia esa persona.
Este tipo de personas están en camino de ser asexuales, sino es porque pueden llegar a completar su sexualidad, pero siempre forjando ese vínculo sensitivo y afectivo.
Es de entender que este hecho suele corroborar que hay muchas personas con este tipo de sentimiento, o sea, sienten una atracción erótica, pero tiene que estar ligado a sus vínculos emocionales. La vedad es que es cierto, pero las personas demisexuales necesitan tener una forma más intensa y emotiva para mantener una relación.
Su personalidad en profundidad:
Por lo general no sienten ningún tipo de atracción por ningún género, aunque aparentemente puede que le guste cualquier persona. Pero en el tema carnal es un tema tabú para ellos, quizás es algo que los ha acompañado a lo largo de sus vidas, o quizás su vida los haya hecho recapacitar en un acto que les haya retraído de tal forma.
De todas estas consecuencias, no hay ninguna que pueda justificar en el presente lo que pueda llegar a sentir este tipo de persona. Por lo general, esta persona no siente atracción sin amor. A simple vista son incapaces de sentir deseo sexual, ni aún siendo esta personal muy llamativa o hermosa. Sus sentimientos se verán forjados con el tiempo, por el interior de esa persona, con el vínculo emocional existente entre ambos y cuando se ven tratados todos los temas para bien, a nivel espiritual.
Con esto quiero decir, que si la persona se aleja por algún factor consecuente, el demisexual no lo va a echar mucho de menos, quizás el pequeño vínculo que mantenía se vuelva a enfriar.
Con esto no quiere decir que esta persona sienta repulsión por el tema del sexo, quizás disfrute de actividades sexuales solitarias como la masturbación o visionando material pornográfico. Quizás aquí se imagine las situaciones que le gustaría compartir con la persona ideada.
Gris sexualidad o disexualidad
Son dos términos parejos, con consecuencias iguales y recíprocas. Es la misma forma de denominar a este tipo de personas.
Son personas que se encuentran a mitad de camino entre la sexualidad y la asexualidad, ya que el sexo no es su principal fuente para mantener una relación a primera vista. Tampoco son muy reacios al deseo carnal, pues pueden en un futuro mantener un nivel sexual con la persona deseada, pero siempre a un nivel bajo, ya que no es su mayor deseo.
Para explicarlo mejor según AVEN, la mitad de los encuestados solían compartir en sentir una indiferencia en relación al sexo, mientras que la otra mitad mantenían una actitud favorable, sólo un 16% sentía totalmente repulsión por el acto sexual.
¿Cómo son sus relaciones?
La mayoría de personas sienten un tipo de atracción desde el primer momento, surgiendo el mantener relaciones sexuales de forma consecuente. Los demisexuales no actúan así, les cuesta afrontar esta situación si apenas no conocen a la otra persona.
Cuando surge una respuesta positiva hacia otra persona puede tardar mucho tiempo e incluso años en sentir por primera vez atracción sexual, irán observando cómo se les va despertando su instinto a lo largo del tiempo o de sus vidas.
Cómo conclusión no podemos abarcar lógicamente todos los estilos y formas sobre tendencias sexuales. Sólo los términos ya conocidos y existentes son los que lógicamente a más gente podría abarcar, por sus sexualidad aparentemente encuadrada y precisa.
Respecto a una reflexión final se concluye que hay personalidades que sienten atracción y deseo a primera vista, otras que se enamoran fácilmente, otras que serán muy selectivas particularmente, y otras que no sentirán apenas atracción a lo largo de sus vidas. Cada persona es libre de sentir y acontecer su diversidad sexual. Cada persona es diferente, pero no por ello hay que catalogarla como mejor ni peor que al resto de la sociedad. Esto le hace ser una persona única y es por ello que debería sentirse libre respecto a su sexualidad.