Conviene ayudarse de técnicas demostradas para relajarse, el yoga, la meditación, tomar conciencia de uno mismo, son algunos medios que pueden ayudar a sentiros mejor y liberar el espíritu de las preocupaciones diarias. Visualizar algo agradable, ayuda a bajar los niveles de estrés de forma inmediata.
Índice
Leer
Un momento consagrado a la lectura puede convertirse en un placer. Conviene hacer de este momento de lectura un tiempo agradable. Lo ideal es tumbarse en el sofá, en la cama o en un lugar que os guste, como un parque o en la playa. Es necesario leer lo que apetece. Por ejemplo una novela, una revista, etcétera. Poco importa, lo esencial es aprovechar ese momento de relajación leyendo algo que os apetezca.
Caminar o pasear
Solo o acompañado, lo ideal es caminar un rato todos los días. Caminar ayuda a liberar el espíritu, a disfrutar del paisaje, del aire que se respira, de las personas que os cruzáis. Si no disponéis de tiempo, se puede salir solo unos cuantos minutos. Este momento ayuda a pensar en otra cosa y a vaciar el espíritu. Y si después del paseo, tenéis tiempo para sentaros, podéis buscar un banco al sol. El Espíritu os lo agradecerá.
El estrés cotidiano, las preocupaciones o un elemento desestabilizador hacen que los ojos se mantengan abiertos sin ver lo que hay alrededor. A veces, basta con mirar algunos minutos por la ventana, o mirar a la gente pasar. Mirando alrededor de vosotros, la relajación es posible. La razón es que durante un tiempo, el espíritu se olvida de las preocupaciones de la vida diaria y aprecia las cosas que os rodean.
Se pueden alternar los momentos de calma y de actividad. En los periodos de estrés y de actividad intensa, es necesario tener momentos de relajación y de calma para relajarse y volver a conectarse con uno mismo. Si no os detenéis nunca, termináis por sufrir un estrés y caer enfermos.
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