Los neumáticos son el único punto de contacto entre el vehículo y el suelo. Por tanto, su buen estado es crucial para la seguridad y el rendimiento del vehículo. Con un mantenimiento adecuado, se puede maximizar la vida útil de los neumáticos, mejorar la seguridad y reducir el consumo de combustible.
Montaje y desmontaje
El montaje y desmontaje de los neumáticos son operaciones que, si no se realizan adecuadamente, pueden reducir la vida útil de los mismos y afectar la seguridad del vehículo. A continuación, te indicamos algunos puntos que debes tener en cuenta:
- Es fundamental que el montaje y desmontaje, inflado y equilibrado sean realizados con el material adecuado y por personal cualificado.
- Respetar las recomendaciones del fabricante del vehículo en cuanto a la elección de neumáticos, como la estructura, dimensión, código de velocidad e índice de carga.
- Verificar el aspecto exterior e interior del neumático antes de montarlo. No monte un neumático con signos de daño.
- Respetar los procedimientos de equilibrado e inflado del neumático, además del reemplazo sistemático de las válvulas.
- Prestar atención a la información en los flancos del neumático, como el sentido de rotación o montaje.
- Respetar las presiones de utilización recomendadas por el fabricante del vehículo y del neumático.
- Para ciertos neumáticos especiales, como los de rodaje sin aire, es importante seguir las recomendaciones específicas del fabricante.
- Después de montar las ruedas en el vehículo, es recomendable usar una llave dinamométrica para aplicar el par de apriete recomendado por el fabricante.
Manutención y almacenamiento de los neumáticos
Un almacenamiento inadecuado puede perjudicar seriamente la vida útil de los neumáticos. Para almacenarlos correctamente, sigue estos consejos:
- Almacénalos en un lugar seco, ventilado y con temperatura moderada. Evita la luz solar directa, la humedad y las fuentes de calor.
- Mantén los neumáticos alejados de sustancias químicas, disolventes o hidrocarburos que puedan alterar el caucho.
- Evita almacenarlos en pilas por largos periodos si no están montados e inflados en ruedas para evitar deformaciones.
- Asegúrate de que los neumáticos no estén cerca de objetos cortantes o que puedan dañar el caucho, como puntas de metal o madera.
- Manipular los neumáticos con guantes para evitar cualquier daño innecesario.
- Mantén los neumáticos alejados de aparatos que puedan generar chispas o calor excesivo, como cargadores de batería o máquinas de soldar.
Utilización de los neumáticos
La correcta elección del neumático es clave para garantizar el mejor rendimiento y la seguridad del vehículo. Debe respetarse la especificación del fabricante, pero es recomendable acudir a un profesional en caso de duda. A continuación, otros aspectos fundamentales:
- Si compras neumáticos de segunda mano, asegúrate de que un profesional especializado los revise para evitar sorpresas desagradables.
- Usa neumáticos con el mismo dibujo en un mismo eje para garantizar el equilibrio y el buen comportamiento del vehículo.
- Si solo cambias dos neumáticos, instala los nuevos o menos desgastados en el eje trasero, ya que ofrecen más control en situaciones de frenada.
- Para neumáticos de invierno, lo ideal es montar cuatro para mantener la estabilidad, sobre todo si tienen clavos.
- No conduzcas con neumáticos con presión inadecuada o a una velocidad mayor que la indicada por su código de velocidad.
- Si cuentas con una rueda de repuesto de uso temporal, utilízala solo en circunstancias de emergencia.
Vigilancia y mantenimiento
Revisar el estado de los neumáticos es esencial para evitar accidentes y garantizar una conducción segura. Aquí tienes las principales pautas para un buen mantenimiento:
- Verifica la presión de los neumáticos al menos una vez al mes y siempre antes de emprender un viaje largo. Recuerda también revisar la rueda de repuesto.
- La presión debe revisarse con los neumáticos fríos, es decir, después de que el vehículo haya estado parado al menos dos horas. Si ya has rodado varios kilómetros y mides la presión, añade 0,3 bares a la recomendación del fabricante.
- El inflado con nitrógeno no elimina la necesidad de verificar periódicamente la presión.
- Si notas una pérdida anormal de presión, revisa el estado de la llanta, las válvulas y el propio neumático.
- Consulta a un profesional si observas un desgaste irregular entre los neumáticos de un mismo eje o si los neumáticos llegan al límite legal de desgaste (1.6 mm).
- Cualquier perforación, corte o deformación visible en los neumáticos debe ser verificada por un profesional.
- No utilices neumáticos dañados ni aquellos que hayan rodado desinflados sin haber consultado previamente con un especialista.
- Vibraciones, ruidos o desviaciones del vehículo pueden ser síntomas de problemas en los neumáticos; consulta a un profesional cuanto antes.
- Algunos neumáticos permiten rodar brevemente sin aire, pero es imprescindible seguir las recomendaciones precisas del fabricante.
- Si detectas envejecimiento visible en los neumáticos, como el caucho cuarteado, permite que un profesional los revise, aunque apenas hayan rodado.
Un mantenimiento riguroso no solo garantiza la seguridad en la carretera, sino que también puede alargar la vida útil de los neumáticos. Ya sea para un uso diario o en condiciones específicas como el invierno, sigue estos consejos y consulta siempre con un especialista. Mantener el equipo en óptimas condiciones es el mejor modo de cuidar de tu seguridad y la de los demás.