Si vas a hacer un contrato de compraventa para vender o comprar un coche o una casa, debes tener precauciones. Se trata de un tipo de negociación directa, y los riesgos de estafa son bastante elevados.
Las cuestiones a tener en cuenta son básicas y se basan en conseguir que el proceso esté cubierto bajo la normativa legal. Además, hay que evitar dar demasiadas ventajas a negociantes desconocidos.
Cuidado con los timos
Las estafas son una realidad diaria. Aunque leas el acuerdo o contrato por encima y te parezca que todo está bien, puede no ser así. En ocasiones, la estafa está en algunas cláusulas del contrato que nunca hubieses pensado.
Se trata, por tanto, de considerar diferentes garantías para la protección de tus intereses.
¿Cómo es el contrato de compraventa?
Lo normal es que este tipo de contratos contengan los datos personales de las dos partes. Y luego sean ratificados en una notaría.
Antes de la firma, debes comprobar información valiosa como el nombre, D.N.I. y otros detalles que podrían ser útiles en caso de incumplimiento. El acto de la firma es vinculante. Es decir, las dos partes se responsabilizan legalmente a cumplir con lo estipulado en el acuerdo.
Otros datos importantes son el precio y la descripción especifica del bien que es intercambiado.
Algunos tipos de fraude
En el sector inmobiliario suele verse la doble venta de inmuebles, e incluso que se pretenda vender una propiedad ajena. Otro tema muy recurrente es el ocultamiento de gravámenes, que puede generar un agravio en los compradores de forma intencionada.
El alquiler
Alquilar también conlleva riesgos. Entre estos, están las fotos engañosas, la no devolución de la fianza, riesgos en los cobros por adelantado, etc.
En Internet a veces sucede que se ofrece un inmueble y después de cerrado el acuerdo la propiedad es diferente. Hay que recordar que las fotos engañosas constituyen un tipo de fraude en detrimento del consumidor.
Fuentes imágenes: Finanzas personales / Hispania inversiones Inmobiliarias