Los pantalones de cuero son todo una tradicción en los armarios. Básicamente, en algún momento de nuestra vida hemos decido comprar esta prenda y aún así sigue siendo un clásico que crea tendencia. Para poder tener un mantenimiento óptimo de esta prenda, detallamos cómo lavar un pantalón de cuero.
Para comenzar a usar tus prendas y cómo lavarlas, siempre es aconsejable leer las etiquetas que están adheridas. Generalmente hay que tener cuidado con el cuero, ya que la mayoría de estas prendas no se podrán lavar de forma tradicional, sino llevándolas a una tintorería.
Sigue las instrucciones de la etiqueta
Antes de lavar cualquier prenda, es fundamental leer siempre la etiqueta de su composición y de cómo hay que lavarla. La etiqueta está ubicada en la parte trasera del pantalón, a la altura de la cintura y por dentro de la prenda. Hay que saber interpretar los símbolos que se representan y para ello, detallamos lo que significan cada uno de ellos.
Las prendas de cuero suelen llevar los signos de “limpieza en seco” o “prohibido lavar”. La mejor opción ante esta circunstancia es portarla hasta una tintorería, así podrás garantizar el lavado de este tipo de prenda. Si el pantalón no tiene etiqueta es conveniente conocer su limpieza a través de un contacto con la marca del fabricante.
¿Cómo lavar un pantalón de cuero?
Antes de adelantarse a comprar o utilizar cualquier tipo de producto de limpieza, hay que hacer una pequeña prueba para cotejar cómo reacciona el cuero ante el agua. Utiliza una zona dónde no esté muy visible y frota suavemente con un paño húmedo. Hay que esperar a cómo reacciona. Si observas que la zona está más oscurecida, ha perdido color o se arruga, no es conveniente lavarlo con agua. Hay que acudir a un lugar para que se realice una limpieza en seco.
Utilizando la lavadora
Hay que utilizar la función más suave para su lavado. Casi todas las lavadoras tienen un lavado para prendas delicadas, con suaves movimientos y con un centrifugado con menos revoluciones. Intenta utilizar esta función y añade un jabón suave con agua fría.
Los jabones que más se recomiendan son los adecuados para prendas delicadas. Se puede utilizar un jabón de Marsella, siempre sin añadir una parte excesiva. Tienes que dar la vuelta al pantalón y poner la opción de lavado suave, agua fría y centrifugado lento.
Lavado a mano
Hay muchas opciones para utilizar el lavado a mano. Primeramente, utilizar solo agua tibia, no caliente, humedeciendo una toalla suave y pasándolo por la zona a limpiar. No hay que frotar fuertemente, sino hacerlo con movimientos suaves.
También se puede utilizar el vinagre blanco, empapado sobre un algodón y frotando suavemente sobre la zona. Después se enjuagará con una esponja húmeda y se secará al aire libre.
La leche limpiadora desmaquilladora también es un buen limpiador para no dañar la piel. Se empapa un paño o tela y se aplica sobre el pantalón para que penetre sobre el cuero. Hay que dejar que se seque y después retirar el producto. También se puede hacer con leche, especialmente con la leche para bebés. Esta sustancia es ideal para nutrir en profundidad, observarás cómo se mantiene flexible y brillante.
Otro limpiador que puedes utilizar es el champú para bebés. Frota suavemente la zona para eliminar la suciedad y después aclara con agua limpia. Retira el exceso con una toalla frotando con delicadeza.
Para manchas de aceite se debe de aplicar almidón de maíz para que se absorba la grasa. Hay que dejarlo reposar durante unos minutos para que se repose. Después, utiliza un paño húmedo y limpio para retirarlo, observarás cómo se ha eliminado.
A la hora de secar los pantalones puedes extenderlos sobre un tendedero de ropa o colgarlos sobre una cuerda. Intenta que la parte de la pernera quede bastante abierta para que se airee esa zona. No utilizar nunca la secadora para este tipo de prendas.
Cómo guardar y mantener el cuero en óptimas condiciones
Después del secado del pantalón, quizás quede un poco deshidratada su piel. Se pueden utilizar grasas especiales para el cuero, son incoloras y especiales para este tipo de material. El aceite de ricino puede servir para hidratarlo, dónde se aplicará con ayuda de una esponja o un paño.
La versión casera se puede preparar mezclando 3 partes de aceite de oliva con 2 partes de vinagre. Se aplicará con un paño, frotando suavemente, en círculos y retirando finalmente el exceso.
Hay acondicionadores que se venden para este tipo de material y en tiendas especializadas. Para utilizarlo hay que utilizarlo con un paño, al aplicarlo parecerá que tiene una acción jabonosa, pero a medida que se frota suavemente y en círculos, se irá absorbiendo. Hay que repetir esta acción una vez al mes, para que los pantalones se mantengan hidratados, brillantes, suaves y flexibles.
A la hora de guardar el pantalón en un armario, cuélgalo sobre una percha, si puede ser, no doblarlo y para ello lo colgaremos estirado con la ayuda de unas pinzas o en sus propios tirantes. No introduzcas el pantalón dentro del armario o cajón doblado, como se suele hacer con algunas de otras prendas, como las de algodón o poliéster. Tampoco lo coloques al lado de colores oscuros si la tela es clara, ya que puede acabar absorbiendo ese color.