Cómo hacer un chupetón

Cómo hacer un chupetón

Seguramente a lo largo de tu vida te han hecho/has hecho un chupetón alguna vez. Dicen que los chupetones pueden ser peligrosos tanto socialmente como para la salud si no se saben hacer correctamente. Son llamados inocentes mordisquitos en el cuello, pero no tienen nada de inocente si la persona que te lo hace te acaba haciendo daño. Por ejemplo, existe un caso de un joven de 17 años que falleció a causa del chupetón que le hizo su novia de 24 años. La causa fue un coágulo de sangre que llegó hasta el cerebro y provocó un accidente cerebrovascular mortal.

Por todo ello, en este artículo vamos a hablar de cómo hacer un chupetón correctamente. De esta forma, podremos llegar a conseguir la verdadera finalidad de esta acción. ¿Quieres aprender cómo hacer un chupetón? Sólo tienes que seguir leyendo 🙂

El chupetón, ¿una moda pasajera?

Chupetón marcado

Antes era muy frecuente observar a los chicos y chicas jóvenes intentando tapar un chupetón en el cuello que le había hecho su pareja o rollo. Sin embargo, en la actualidad parece que la gente ya no hace los chupetones como antes ni marca territorio de la misma forma. Esto cabe pensar que el chupetón también fue una de las tantas modas que hay en la sociedad. Se podría decir que si te hacen un chupetón en la actualidad está pasado de moda.

Este hecho era una forma de marcar el territorio ante otros competidores. Tanto en hombres como mujeres señalaba que esa persona ya tenía relación con alguien y que no debía tocarse. Se puede decir que era de la misma forma que un perro orina en los lugares para marcar su territorio.

¿Qué es y dónde se hacen los chupetones?

Tipo de chupetones

Para los que no sepan bien qué es un chupetón, vamos a explicarlo. Se trata de una sugilación. Es a lo que se llama a un hematoma denominado esquimosis. Se provoca por la succión de la piel que crea un moratón tras besar agresivamente la piel. Ocurre durante episodios de frenética actividad sexual cargados de pasión por ambas partes.

Por lo general se hacen en el cuello, aunque se puede hacer prácticamente en cualquier parte del cuerpo. El lugar del cuerpo donde hacerlo depende enteramente del ímpetu y el vigor que haya en esa relación al momento. El morado y la marca que se quedan puede tardar varios días en desaparecer. Al principio, nada más hacerlo es de color rojo por la rotura de los vasos sanguíneos debajo de la piel. Tras el paso del tiempo se va volviendo más negro, morado, azul, verde, anaranjado y amarillo. En total puede llegar a durar hasta 15 días.

Pasos para hacer un chupetón

Una vez sabemos lo que es y dónde se da más frecuentemente, vamos a ver cómo hacer un chupetón. Vamos a analizar paso por paso.

Pedir permiso

Pedir permiso para hacer un chupetón

Aunque parezca extraño, pedir permiso en esta ocasión es mejor que pedir perdón. La persona a la que le haces el chupetón puede que trabaje de cara al público o tenga problemas si la gente se lo ve. Además, es de vital importancia si la relación se quiere mantener en secreto. Por ello, es mejor pedirle permiso a la otra persona para que te dé la confirmación. Puede que «corte el rollo» pero es mucho más honesto y útil.

Para pedírselo existen muchas maneras. La mejor es pedírselo mientras le susurras o le das besos cerca de la oreja.

Reflexionar sobre por qué quieres hacer un chupetón

Pasión y ternura

Está claro que en el momento no piensas bien con la cabeza. Sin embargo, es importante pararse a pensar la verdadera razón por la que quieres darle un chupetón a la otra persona. Un chupetón no deja de ser una marca sexual que puede durar hasta 15 días. Hay que pensarse bien si merece la pena o no.

Por lo general, en la situación en la que se dan los chupetones no se tiene mucha reflexión. Son momento de puro deseo y pasión donde un arrebato irrefrenable puede hacer que o hagas sin pensar. Al hacer un chupetón a esa persona estás señalando que es tuya y sólo tuya.

Ir poco a poco y escoger la ubicación

Chupetones fuertes

Para que el chupetón no duela, sino que dé placer, no hay que ir directamente al grano. Es mejor ir besando poco a poco hasta llegar a la zona donde elija hacerlo. Hay que tener en cuenta que los chupetones son más efectivos en aquellas zonas donde la piel es más fina. Por ejemplo, el cuello es una zona que no tiene capa de músculo y se puede llegar antes a los vasos sanguíneos. La piel de la parte inferior del codo y los brazos, o la parte interna del muslo también son lugares óptimos.

Si la persona con la que estás es tímida y reacia a que se le note, busca un lugar donde pueda pasar desapercibido. Si tiene el cabello largo, la parte posterior del cuello es una buena idea.

Separar los labios ligeramente y colocarlos en la piel

Succionar y poner los labios

Para hacerlo correctamente, hay que poner la boca como si se quisiera dibujar una O o un cero. Una vez elegida la forma se colocan los labios sobre la piel y se comprueba que no queden huecos para que se escape el aire.

Succionar la piel y terminar con ternura

Exceso de chupetones

Los dientes tienen que alejarse para no hacer daño. La succión debe durar entre 20 o 30 segundos para comenzar a dejar marcas. Piensa que puede que con menos tiempo aparezca el moratón. Hay que ir poco a poco hasta ver que está la marca.

Es importante controlar la cantidad de saliva. Lo mejor es tragar saliva con cada succión. Así evitamos dejar lleno de babas a la otra persona. La clave es succionar fuerte para que se rompan los vasos capilares debajo de la piel, pero no tan fuerte como para hacerle daño.

Por último, hay que terminar besando a la persona para que no sea muy brusco. La ternura y la pasión son las sensaciones que deben primar en este acto.

Espero que con estos consejos podáis marcar el territorio o simplemente disfrutar de un buen chupetón.


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