El paso del tiempo y la calidad de los materiales de un sofá son indicios del deterioro que puede llegar a sufrir. Abordaremos las tácticas más prácticas sobre cómo arreglar un sofá hundido que ofrece una apariencia y confort desgastados.
Son varios los motivos que derivan a que un sofá resulta hundido e incómodo. El origen del problema se centra, en muchos casos, en la espuma del sofá o la estructura interna que lo reconforta. Con el paso del tiempo ambos materiales van perdiendo calidad y densidad y por ello es importante observar si podemos solventar dicho problema.
Cómo arreglar un sofá hundido
Un sofá hundido se puede arreglar, siempre que su estructura interna y la que forma el esqueleto no se haya deteriorado. Muchos no queremos cambiar de sofá por motivos particulares y por ello no queremos deshacernos de él. Si bien sea porque la tapicería está bien, o el sofá es un recuerdo, nos gusta mucho su forma, por su comodidad e incluso puede ser que no tengamos dinero para poder hacer un cambio.
Hay que hacer una valoración particular del estado del sofá y determinar si el arreglo llega a ser práctico. Muchas veces la estructura está demasiado rota y no merece hacerle ningún tipo de reparación porque llega a ser muy costosa. El hundimiento del sofá suele acaparar varias zonas, dónde habrá que analizarlas.
Cuando la espuma del sofá está hundida
En este caso es una solución factible. Tan solo tienes que sustituir una espuma por una nueva y eso lo puedes encontrar en muchas tiendas especializadas en tapizado o de bricolaje. Hay que tomar la medida exacta del ancho y largo de la espuma y muy importante, el grosor. Este dato es primordial para que pueda encajar bien la espuma dentro de las fundas del sofá. La densidad que ha de tener el material será de 30 a 35 kg/m3 , pero no por tener más densidad, ha de ser la mejor espuma del mercado, lo que importa son los materiales de los que está fabricado.
Inspeccionar las cintas elásticas
Hay que comprobar el aspecto de las cintas elásticas, por si están flojas, sueltas o rotas. Si están deterioradas hay que cambiarlas. Generalmente se suele hacer en todas las bandas para dar una homogeneidad al sofá.
Hay que conocer el gramaje, el tamaño y la largura de las cintas (siempre calcula algunos centímetros más de lo normal). La colocación es sencilla, porque tan solo hay que graparlas fuertemente con unas grapas o con tachuelas en la estructura de madera. Pero su reparación puede ser costosa, ya que para cambiarlas hace falta levantar la tela de la tapicería que lo recubre. Muchas de estas tiras vienen colocadas de forma estratégica y escondidas entre la tapicería, por lo que costará llegar a ellas. Al volver a colocar la tela se hará de forma sencilla, tensando bien la tela y colocando unas grapas o tachuelas.
Comprobar los muelles
Hay que comprobar si los muelles se han desgastado, roto o torcido. El cambio puede ser parecido a la tarea anterior, dónde habrá que llegar a la estructura interior del sofá y levantar parte de la tapicería. ¿Dónde comprar los muelles? Podrás encontrar cualquiera de estas piezas en ferreterías y tiendas especializadas de tapicería. Toma nota del tamaño y diámetro de los muelles para que encajen perfectamente.
Cuando el sofá ha sufrido daños en el armazón
El armazón es la principal estructura del sofá y generalmente está fabricada de madera. Muchos sofás acaban deformados por culpa de un armazón deteriorado y por el desgaste. Hay que revisar todas las piezas y descubrir qué pieza hay que reparar o reemplazar.
Para este tipo de reparación hace falta incluir herramientas más complejas, como martillos, alicates, clavos, tornillos, destornilladores… Otros instrumentos que ese pueden utilizar son soportes rígidos o rectificadores por si hace falta suplir la estructura y mantenerla rígida sin que haya que quitar la pieza dañada. Pero en cualquiera de los casos, es mejor siempre intentar sustituir la pieza por otra igual, tomando las medidas y usando los mismos materiales. Después fíjalo bien, con la ayuda de clavos y tornillos. Un truco que puedes utilizar es utilizar pegamento cola para la madera antes de utilizar los clavos.
Cómo cuidar de un sofá y mantenerlo siempre nuevo
Un sofá debe de cuidarse para evita daños mayores en un próximo futuro. En el caso de tener hijos, siempre es conveniente educarlos con una sonrisa para que no intenten subirse de pie ni que salten encima.
Las personas con más peso también tenemos que tomar conciencia de la forma en cómo nos sentamos. Siempre es bueno intentar unificar el peso en varias zonas del sofá y nunca utilizar la misma zona para que quede calcado siempre el mismo peso o postura. De igual forma, debemos equilibrar el peso de nuestro cuerpo de manera uniforme, sin calcar rodillas ni codos.
Intenta sentarte siempre que puedas en el centro de los asientos y no entre ambos. Igualmente, no utilices piezas pesadas u objetos encima de los asientos, así evitaremos añadir un peso más sin sentido.