Los pantalones tobilleros o pesqueros van a ser tendencia durante esta primavera-verano. Y los calcetines invisibles se antojan como los compañeros de viaje perfectos de los mismos. ¿Por qué?
Los calcetines invisibles dejan al aire tanto el tobillo como el empeine, lo que permite dar la apariencia de no llevar calcetines cuando en realidad sí que los llevamos.
La diferencia entre llevar calcetines invisibles y no llevar calcetines reside en que ayuda a preservar el interior del zapato del deterioro producido por la sudoración. También evita que aparezcan ampollas en los pies y otros problemas que puede ocasionar en la piel el contacto directo entre esta y los diferentes materiales del interior del calzado.
Si los comparamos con los calcetines normales, también presentan más ventajas. Hay quién opta por enrollarlos hacia dentro para que no se vean, pero eso puede provocar que el zapato abulte más de la cuenta en la zona del empeine, un problema que no existe con los calcetines invisibles.
La tendencia de llevar los tobillos al desnudo puede ser muy práctica y estéticamente agradable si se lleva a cabo con moderación (recomendamos no sobrepasar cierta altura y hacerlo sólo en climas cálidos), pero si la quieres seguir es fundamental contar con unos cuantos pares de calcetines invisibles en tu cajón de los calcetines.