Tener el armario abarrotado puede parecer una ventaja desde el punto de vista de las opciones, ya que significa que hay muchas prendas entre las que elegir cada día. Sin embargo, es muy poco práctico.
Y es que cuando se da esta circunstancia se necesita más tiempo para identificar y extraer cada pieza. Por no hablar de lo agobiantes que son los lugares donde reina el desorden y la falta de espacio. Para evitarlo, intenta comprar sólo aquello que vayas a utilizar y sigue estos pasos.
¿Cuándo se considera que un armario está abarrotado?
Antes de comenzar, asegúrate de que en efecto tu armario necesita un aligeramiento. La señal más clara es cuando no cabe ni un dedo en el espacio que queda entre cada una de las piezas que hay colgadas en la barra. El objetivo es que quepa un dedo (dos si es posible) para poder verlas y manejarlas con mayor facilidad.
Saca las piezas que ya no usas
Existen dos razones principales para dejar de utilizar determinadas prendas y complementos. Puede ser debido a que la pieza en cuestión se ha quedado desfasada; o simplemente porque tu talla ha cambiado en los últimos años. En cualquier caso, si ya no las usas, lo más inteligente es evitar que sigan ocupando un precioso espacio de tu armario.
Separa por temporadas
Mantener en un lugar de privilegio las prendas que no utilizaremos en varios meses es poco aconsejable si queremos conseguir un armario más espacioso. Así que considera separar tu ropa por temporadas (otoño/invierno y primavera/verano) y dejar únicamente las piezas relativas a la temporada presente. Saca el resto.
Guarda en cajas lo que has sacado
Ahora llega el momento de encargarse de todo lo que has ido sacando. Guárdalo en cajas de plástico o maletas de viaje vacías. Mételas debajo de la cama (o en algún hueco del mismo armario, si queda espacio) hasta el cambio de temporada. Respecto a aquello que ya no usas, puedes hacer lo mismo si piensas que tendrás la oportunidad de sacarle partido en el futuro. Si no, considera donarlo.