Dejar de fumar es la meta de casi todos los fumadores. Algunos algunas veces lo logran. A otros les lleva más trabajo o recaen en el vicio.
Cada caso es diferente. Que resulte sencillo o en extremo complicado, depende de cada quien.
Dejar de fumar: un propósito de vida
Para quienes están decididos a dejar de fumar, a continuación algunas sugerencias en pos de alcanzar este saludable objetivo.
- A muchos exfumadores les funciona un poco de ayuda extra, además de una enorme fuerza de voluntad. En este sentido, la terapia de remplazo de nicotina es una buena opción.
- Viene en varias presentaciones: parches, inhaladores, atomizadores nasales o como gomas de mascar. Suministran una dosis mínima de nicotina. Y es suficiente para paliar los dolorosos síntomas de la abstinencia, más duros de dominar durante los primeros días.
- Se trata de productos de uso delicado que requieren supervisión médica.
- Acupuntura es una de las alternativas empleadas con éxito en personas decididas a superar la adicción a la nicotina. Terapia conductual psicológica y hasta hipnosis, son otras técnicas con eficiencia comprobada.
- Los cigarrillos electrónicos son la opción más controvertida, a la hora de trazar un plan para dejar de fumar.
- La efectividad de estos dispositivos no está del todo comprobada. Pero son útiles para disminuir la necesidad de los fumadores por sentir un cigarro en la boca.
- Adoptar una rutina de ejercicios diaria es una buena idea, siempre que tu salud lo permita.
- No hay que contar los días o semanas que se lleva sin fumar. Solo se conseguirá aumentar la presión que genera la abstinencia. El momento en el que no recuerdes con exactitud cuándo fue la última vez que te llevaste un cigarrillo a la boca, habrás dado un paso importante.
- Frases como “yo controlo el número de cigarros que me fumo al día” son una falacia. Se fuma o no se fuma, no hay términos medios
Fuentes imágenes: Como Dejar El Cigarrillo